Cuidar a los directivos desbordados y a los asalariados, considerándolos el principal activo de las empresas, es una tendencia en alza. Por eso cada vez más compañías ofrecen a sus trabajadores alguna terapia antiestrés: pequeñas compensaciones en forma de masajes o de ejercicios específicos que incrementan la productividad y el rendimiento de los profesionales y, en consecuencia, de las empresas.
Una de las opciones más efectivas para trabajadores con altos niveles de estrés es el yoga. Esta práctica milenaria fomenta el equilibrio cuerpo-mente combinando el ejercicio físico con el control de la respiración y la relajación.
Desde mi experiencia de todos estos años trabajando en diferentes ámbitos e impartiendo clases para diversos colectivos, he creado diferentes programas especialmente diseñados para mejorar la condición física y mental, ayudando a gestionar el estrés y la ansiedad provocados por las exigencias profesionales, incrementar la concentración y la salud en general.